Ubicado a orillas del Mar Menor, hemos de remontarnos hasta el siglo II a.C cuando los romanos construyeron, muy posiblemente, un complejo hidráulico de gran tamaño. Gracias al descubrimiento de las Balsas Romanas de Los Diegos, se está estudiando la posibilidad del asentamiento de una población o explotación industrial. 

Lo cierto es que su nombre proviene del árabe “Al Kazar”, es decir, palacio. Fueron los musulmanes quienes comenzaron a levantar sus casas de descanso a orillas del Mar Menor junto a las antiguas termas romanas que reutilizaron. De época musulmana se conserva la Torre del Rame, una fortaleza cuya misión era vigilar las costas. Posteriormente, una vez conquistada la región de Murcia, esta torre sería aprovechada para prevenir las incursiones piratas

Se dice que ya los romanos conocían las excelentes propiedades de las aguas del Mar Menor, construyendo unas termas para su disfrute. Actualmente, para aprovecharlas, se encuentra el Balneario de la Encarnación, un referente del turismo terapéutico construido a principios del siglo XX y por donde han pasado Alfonso III o el Infante de Orleans para realizarse sus tratamientos curativos en sus famosos novenarios.